Editorial

Este número de la Revista de Antropología Visual, al igual que la edición anterior, se fue fraguando en medio de una pandemia mundial, que por suerte, poco a poco se está superando. No obstante, como sociedad recién estamos procesando todo eso que los encierros y los miedos han provocado, así como las ausencias de los fallecidos. Pese a todo, hemos logrado llegar a puerto con esta edición número 29 de la revista, logro que como equipo nos llena de orgullo, pues el contexto anteriormente descrito no era muy auspicioso.

En términos generales, el número 29 está conformado por trabajos de temáticas y enfoques variados, con un claro tinte latinoamericanista, por cuanto son reflexiones surgidas de investigadoras e investigadores que observan problemáticas con/sobre imágenes en la región, sobre todo en México y Argentina, aunque también hay artículos que presentan investigaciones de Brasil y Chile.

La sección artículos comienza con un interesante texto de Marina Gutiérrez De Angelis, donde propone una mirada innovadora sobre el trabajo con tecnologías de realidad virtual y arte rupestre, todo bajo el sugerente concepto de antropología visual expandida. El segundo artículo es obra de Wanda Balbe y Soledad Torres, quienes abordan el uso de imágenes en algunas investigaciones socioantropológicas a partir de la performance-investigación, una propuesta original y seductora. El tercer artículo se aproxima a las experiencias de dos destacados cineastas bolcheviques, Dziga Vertov y Alexandre Medvedkine, ya que, según la profesora Adriana Estrada, en las producciones de estos realizadores hay claves que permiten comprender tendencias y expresiones de producciones audiovisuales contemporáneas.

El cuarto artículo de esta edición fue escrito por las profesoras Cornelia Eckert y Ana Luiza Carvalho Da Rocha, junto a Matheus Cervo. En este trabajo reflexionan acerca del concepto de heterotopía, acuñado originalmente por Michel Foucault, pero reinterpretado en este texto a partir de algunas imágenes sobre ciudades brasileñas en el siglo XIX. Posteriormente, tenemos el artículo de Melina Constantakos, quien realiza un interesante cruce entre Benjamin, Barthes y Derrida, tensionando la idea de archivo y el estatuto de lo fotográfico, con una mirada a proyectos contemporáneos latinoamericanos que crean colecciones a partir de fotografías de archivos domésticos. El sexto artículo aborda el tema de los proyectos de desarrollo y el registro fotográfico, para lo cual Natalia Castelnuovo analiza el material de un programa de desarrollo destinado a pueblos indígenas del noroeste argentino.

El séptimo artículo corresponde a un trabajo de Isaac Vargas, en donde observa la estética narco en México, que asocia una serie de representaciones visuales del crimen organizado al bienestar social. El artículo que sigue, escrito por Eduardo Makoszay, también se refiere a una temática propia de ese país, pues describe cómo la producción de video se ha integrado en la vida y práctica del movimiento zapatista como herramienta para comunicar información cotidiana entre los miembros de una determinada comunidad y entre comunidades geográficamente distantes. El noveno artículo nos regresa nuevamente a Argentina, esta vez con un trabajo de Silvia Hirsch, Ana Bonelli y Florencia Valese sobre un encuentro internacional de muralismo basado en la figura de Martín Fierro y en la noción de “Encuentros en la frontera”, y las correspondientes descripciones de varias aristas de estas imágenes urbanas.

Los últimos tres artículos de esta sección dan un cierre de lujo a este número. El décimo artículo, escrito por Malely Linares, es un aporte metodológico para analizar la fotografía. Esta investigadora mexicana presenta una aproximación a algunos proyectos fotográficos contemporáneos en Latinoamérica, que ella considera disruptivos y permiten reflexionar sobre los actuales debates en las ciencias sociales y este soporte visual. Después tenemos el artículo de Iago Porfirio, titulado “Escribir y traducir: el lugar de las imágenes en la etnografía”, que cumple con un propósito ambicioso: escribir algo novedoso sobre la película Los maestros locos, de Jean Rouch. Cierra esta sección una colega mexicana de vasta trayectoria en antropología visual: Elisa Lipkau. En su texto presenta un material fotográfico impactante sobre la matanza de vacas con fiebre aftosa en México en 1947. El autor de estas fotografías es Juan Guzmán, destacado fotorreportero alemán radicado en México.

Por otra parte, la entrevista de esta vigesimonovena edición fue realizada a Carla Franceschini y Carolina Suaznábar, curadora y encargada de plataforma digital, respectivamente, de la Colección Fotográfica del Museo Histórico Nacional. En esta entrevista nos interiorizamos en uno de los primeros archivos visuales de Chile, en los distintos formatos que alberga, así como en las temáticas que estas fotografías retratan, algunas de las cuales han dado lugar a llamativas investigaciones.

La sección destinada a la reseña de libros trae dos publicaciones editadas en México. La primera corresponde al libro El documental antropológico. Una introducción teórico-práctica (2020), del destacado antropólogo visual Carlos Flores, realizada por María Eugenia Ulfe, de la Maestría de Antropología Visual de la PUCP, por lo que resulta una sugestiva lectura desde Sudamérica a una obra escrita en el norte de nuestra región. La segunda reseña es sobre Métodos en acción. Estudios sobre documental e investigación social (2021), obra coordinada por Lourdes Roca, y que continúa esa serie de textos imprescindibles editados por el Instituto Mora.

En la sección videos tenemos dos trabajos de México, uno de Brasil y otro de Chile. El primero se titula Utääy: Los jamás conquistados (Isis Contreras, 2014) y muestra la vida de un grupo de jóvenes de Tlahuitoltepec, una comunidad ayuujk (mixe) en Oaxaca, quienes plantean nuevas formas de habitar en la comunidad. El segundo, Taggeo, luego existo (Alberto Acosta, 2020), muestra la génesis del grafiti y cómo esta práctica cultural fue adoptada por los jóvenes del área metropolitana de Guadalajara. Por su parte, La voz de las campanas (Thiago Morandi, 2018) es un bello video realizado en Brasil, en donde se presenta el lenguaje de las campanas y el trabajo de algunas personas en torno a ellas, una tradición que sobrevive en ciudades históricas brasileñas, con mayor protagonismo en São João del-Rei. Finalmente, tenemos el video de Francisco Osorio, De monstruos a símbolos, de héroes a criminales (2021), que trata sobre el cambio en los discursos y conceptualizaciones sobre las ballenas y los balleneros, ya que en el siglo XIX las ballenas eran monstruos marinos, en el siglo XX eran recursos, pero ahora, en el siglo XXI, son representadas como símbolos ambientales.

Este nuevo número de la Revista de Antropología Visual no hubiese sido posible sin el apoyo de las y los colegas que realizaron las evaluaciones anónimas de los artículos; de hecho, gracias a este filtro, varios textos quedaron en el camino a la espera de que sean desarrollados a futuro. Asimismo, se agradece el talento gráfico de Leticia Martínez, así como la edición de los textos de Pilar de Aguirre. Tampoco puedo dejar de reconocer al equipo de la Subdirección de Investigación: Susana Herrera, Daniel Quiroz, Camila Erazo y Joaquín Curin, pues todos, de diferente manera, han contribuido a este proyecto editorial.

El 2022 nos depara un gran desafío, pues editaremos el trigésimo número de nuestra revista, así que desde ya dejamos abierta la invitación para que nos envíen sus contribuciones a esta gran temática que surge en el cruce entre imágenes y culturas.  

 

Gastón Carreño

Director

Revista de Antropología Visual