Editorial

NUMERO ESPECIAL (Nº 23)

"PERSPECTIVAS DE LA ANTROPOLOGIA AUDIOVISUAL EN COLOMBIA"

Realización Conjunta con la Revista CS.

Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.  

Universidad ICESI



Este número surge a partir del intercambio de experiencias entre el Centro de Estudios en Antropología Visual (CEAVI) y el Programa de Antropología de la Universidad ICESI, que busca consolidar sus experiencias de docencia e investigación en la próxima implementación de una Maestría en Antropología Audiovisual. Fruto de ello es la presente edición de la Revista Chilena de Antropología Visual, número realizado en conjunto con la Revista CS, de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad ICESI, dedicado a dar cuenta de la Antropología Audiovisual en Colombia.

En este sentido, cabe mencionar que la antropología audiovisual ha seguido un camino sinuoso al interior de las Ciencias Sociales colombianas. De las primeras imágenes captadas por antropólogos nacionales y extranjeros, pasando por los ejercicios vanguardistas de Nina S. de Friedemann y Jaime Arocha, se consolidaría desde inicios de la década de 1970 el documental etnográfico en manos de Marta Rodríguez y Jorge Silva. En las últimas décadas, el campo también se ha desarrollado gracias al obstinado trabajo de documentalistas-etnógrafos como Yezid Campos y Pablo Mora. En este proceso, el audiovisual y la imagen antropológica, ha jugado el papel histórico de vestigio denunciante –aunque también a veces cómplice- del proceso colonizador. Pero sobre todo, la mirada etnográfica, ha venido ganando terreno para hacer parte activa de una memoria nacional polifónica y no exenta de paradojas.

En los últimos años, dos fenómenos novedosos vienen ampliando y transformado el campo. Por una parte, hablamos del incremento de trabajos colaborativos entre distintos actores sociales y antropólogos en la producción audiovisual, hecho que ha tenido implicaciones significativas en el ejercicio metodológico, teórico y político de la antropologia audiovisual. Por otra parte, la democratización creciente de las tecnologías de manipulación de imagen y audio, abre las posibilidades de la utilización de la imagen como técnica, método y texto a las nuevas generaciones de antropólogos.

Podría decirse entonces que en la actualidad la antropología audiovisual colombiana se expresa en múltiples iniciativas que van más allá del campo de la antropología, en la creciente conformación de redes e iniciativas estudiantiles, en una que otra clase infiltrada en los diferentes departamentos, y en los pocos aunque interesantes trabajos resultantes de los estímulos gubernamentales.

En Colombia, los valiosos intentos por reflexionar en torno a las implicaciones y efectos de este campo disciplinar en el ámbito de las ciencias sociales, por lo general han llegado a un lugar común: el lugar, las potencialidades y flaquezas de la imagen y el audiovisual frente al texto escrito, bien sea en el proceso metodológico de investigación o en exposición de los resultados de la misma. De ahí que varias revistas de departamentos de antropología de universidades del país, como la Nacional, la de Antioquia, o los Andes, han dedicado volúmenes enteros para hacer compilaciones de autores importantes en el ámbito internacional, sumando uno que otro artículo que da cuenta del resultado de algún proyecto que se inscriba en el dominio de la antropología audiovisual colombiana.

El mismo Instituto Colombiano de Antropologia e Historia (ICANH) viene impulsando las investigaciones a este respecto por medio de la Beca Nina S. de Friedemann que se abre anualmente. De igual manera, el volumen de grupos estudiantiles interesados en este ámbito, así como el número de investigaciones en pregrado y postgrado que intentan utilizar las potencialidades de lo audiovisual ha venido creciendo en el país a lo largo de la última década. Sin embargo, un obstáculo que atenta contra la consolidación de este ejercicio disciplinar, aparece cuando se revisa el estado de las publicaciones o trabajos audiovisuales que reflexionan de manera crítica y panorámica en torno al ejercicio de la antropología visual realizada en Colombia. Sencillamente hasta ahora no se han realizado publicaciones que den cuenta de dicho estado del arte o que mantengan una visión de conjunto al respecto. 

Un caso similar ocurre con la utilización del sonido en el trabajo de reflexión e investigación antropológica. Confinado en la captura de testimonios y entrevistas, el sonido ha sido muy poco abordado como tema de investigación en sí mismo.

A este respecto, vale la pena resaltar la investigación sostenida durante más de 20 años por el profesor Carlos Miñana en la Universidad Nacional de Colombia, así como el trabajo colectivo y metódico de la Oraloteca en el programa de Antropología de la Universidad del Magdalena. Mientras tanto, en el área de los estudios etnomusicológicos sobresalen investigadores como Ana María Ochoa, cuya trayectoria es ampliamente reconocida  y Darío Blanco Arboleda que realizaría una investigación notable sobre la cumbia en tanto matriz identitaria e intercultural del Caribe colombiano. Sin embargo, en comparación con la imagen y el audiovisual, es poco lo que se sabe en cuanto al panorama del fenómeno sonoro en la antropología colombiana, aunque los pocos trabajos referenciados demuestran el gran potencial de esta área de trabajo en los años por venir.

En este número especial, se presentan una serie de experiencias de investigadores e investigadoras colombianos(as). Con esta edición, de ninguna manera se pretende dar cuenta de toda la antropología visual de este país. Sin embargo, expone parte importante de su producción, con interesantes trabajos de investigadores/as ya consagrados en el medio nacional y con otros más bien emergentes. De esta manera, el presente número comienza con un artículo de Pablo Mora, en donde se aborda la tradición videográfica del pueblo nasa, centrando su mirada en los aspectos políticos, éticos y estéticos de estas realizaciones audiovisuales. El segundo artículo, realizado por Inge Helena Valencia y Laura Silva, presenta una reflexión sobre el pionero uso de la fotografía y el cine en los estudios de Nina S. De Friedemann sobre poblaciones  afrocolombianas. El tercer trabajo de este número es de Catalina Cortés, y su objetivo principal es realizar una aproximación teórica y metodológica del documental trasmedia e interactivo, entendido como una nueva práctica narrativa, construida a partir de cruce con otras, que a su vez están compuestas por diferentes medios (textuales, visuales, sonoros, blogs, sitios web). El cuarto artículo es autoría de María Fernanda Carrillo, quien reflexiona sobre el proceso de investigación y realización del documental etnográfico “Cantadoras. Memorias de vida y muerte en Colombia”, en donde la práctica de las mujeres cantadoras afrocolombianas es entendida como una forma de resistencia cultural ante la violencia.

El siguiente trabajo de este número fue escrito por María Alejandra Pérez, presentando un recorrido por las metodologías y resultados obtenidos en una investigación realizada en Pijao, pueblo caficultor del sur del Quindío, en donde se utilizó la fotografía como fuente de información. El sexto artículo de este número, del antropólogo Carlos Duarte, presenta una reflexión sobre una serie de imágenes que dan cuenta de las relaciones entre comunidades indígenas y el Estado Colombiano, entendiendo a las imágenes desde dos dimensiones; por un lado, como herramientas de difusión del conocimiento antropológico, y por otro, como objetos de reflexión e interpretación cultural. Finaliza la sección de artículos, un interesante trabajo de Joaquín Llorca, donde expone los resultados y las propuestas metodológicas de tres proyectos de investigación sobre el paisaje sonoro de la ciudad de Cali-Colombia.

La sección de etnografías visuales contiene dos importantes experiencias de investigación antropológica con imágenes. En la primera de ellas, se exponen una serie de reflexiones surgidas en el desarrollo de una investigación participativa sobre las Cuadrillas de San Martín, de esta manera, Carlos Cárdenas realiza una seductora síntesis a partir de conversaciones, de la bibliografía existente sobre el tema, así como de las experiencias vividas por este investigador. La segunda etnografía visual es obra de Marcela Pinilla, en su texto se presenta una investigación realizada en tres jardines infantiles de Bogotá, explorando las representaciones que tienen estos niños sobre la diversidad cultural.

El entrevistado de este número es Pablo Mora, destacado documentalista colombiano, con gran experiencia en el trabajo audiovisual con comunidades indígenas. En este diálogo de Pablo Mora con Alhena Caicedo, reflexiona sobre lo que podríamos llamar antropología visual colombiana, si es que esta realmente existe como tal. Asimismo, se entregan interesantes luces sobre el trabajo de este documentalista y del video indígena en Colombia. En la sección videos, se presentan cuatro producciones realizadas por antropólogos y antropólogas de este país. El primero de ellos es el proyecto realizado por Liliana Matsumaya y nos muestra las dificultades del pueblo amorúa, de la Orinoquía Colombo-Venezolana, a través de la vida de Matilde, una abuela perteneciente a esta comunidad.

Luego, Cristian Rodríguez y Alexander Díaz presentan una parte del largometraje “Sur de la Universidad”, sobre los últimos acontecimientos de la movilización estudiantil en Colombia. A estos les sigue un interesante ejercicio audiovisual realizado por Christian Delgado, Alejandro Céspedes y Santiago Espinosa,  donde nos presentan de forma gráfica los problemas asociados a la vigilancia en internet. Finaliza la sección, un documental de Inge Valencia y Alfred Robinson sobre el fallo dictaminado por la corte internacional de La Haya, que otorgó a Nicaragua más de 35.000 km2 del mar del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

Para concluir esta presentación, queremos señalar que con este número iniciamos una nueva etapa de nuestra revista, ya que dedicaremos una serie de números a la antropología visual latinoamericana, dando cuenta de investigaciones y puntos de vista por países de la región. De esta manera, deseamos reforzar el carácter latinoamericanista de nuestra publicación, visibilizando y difundiendo trabajos de distintos investigadores y colectivos de la región.

Inge Valencia

Carlos Duarte

Editores Número Especial

Gastón Carreño

Director. Revista Chilena de Antropología Visual